El conocimiento es como la gravedad, inversamente proporcional a la habilidad. La fuerza del conocimiento es similar a la de gravedad, inversamente proporcional a la distancia de la habilidad.
La habilidad es inversamente proporcional a la distancia; pero no así el crecimiento de la habilidad, que parece beneficiarse de «atraparse en los círculos más amplios»—Nietzsche, —en este «eterno retorno» lo que mejora es la cualidad y calidad, no la cantidad.