Y SI LOS INCENTIVOS SE REDUCEN... ¿QUE PASARÁ CON LA MINERÍA? Una de las incógnitas que trae este 4º Halving es el futuro de la minería y su descentralización. En 2021 un año después de que se produjera el 3er Halving de BTC, entre las razones que citó el Banco Popular de China para prohibir la minería de Bitcoin y otras criptomonedas en su territorio fue el consumo energético, las emisiones de carbono y la necesidad de cumplir con el acuerdo de París y de alcanzar sus objetivos climáticos en 2030. Esto trajo consigo una migración masiva de mineros a otras zonas, fundamentalmente EEUU, en la que actualmente se concentran mineros locales y chinos, por dividirlos entre dos grandes bloques. Antes de la prohibición de la minería de Bitcoin en junio de 2021, China era el líder indiscutible en producción de hash rate y consumo de energía, con casi el 50% del hash rate de la red. La prohibición impactó significativamente en el movimiento de hash rate de China, resultando en una disminución sustancial. La tasa de hash global promedio mensual de China cayó del 75,5% en septiembre de 2019 al 22,3% en septiembre de 2021, marcando una disminución significativa de más del 50%. Durante las estaciones lluviosas de verano en China, en algunas regiones se dispone de abundante energía hidroeléctrica, lo que se traduce en una disminución de los costes de la electricidad. Los mineros aprovecharon esta circunstancia para trasladar o ampliar sus operaciones a regiones con abundantes recursos hidroeléctricos, como Sichuan. Al comienzo de la estación húmeda de 2020, Sichuan representaba el 14,9% de la potencia minera total de China, pero esta cifra aumentó hasta el 61,1% en su punto álgido. Por el contrario, Xinjiang, que depende predominantemente de la energía del carbón, experimentó un descenso en su cuota de hachís del 55,1% al inicio de la estación húmeda al 9,6% en el punto más bajo durante el mismo periodo. Actualmente, Estados Unidos es la mayor industria minera de Bitcoin a nivel mundial, representando más del 38% de la tasa de hash de la red global de Bitcoin. De enero de 2020 a enero de 2022, Estados Unidos fue testigo de un aumento significativo en su participación global en la minería de Bitcoin, pasando del 4,5% al 37,8%. Como podemos suponer, al reducirse la recompensa por bloque minado de 6,25 a 3,125, las empresas mineras tendrán que adaptar su modelo de empresa, ya que pasarán a recibir el 50% de ingresos simplemente por mandato del protocolo. Esto impacta sobre las pequeñas empresas, ya que disponen de menor capacidad de inversión a largo plazo y son mas dependientes de los ingresos inmediatos. Visto bajo esta sola premisa, pudiera parecer que nos encontramos ante una inminente centralización de la minería, acaparada por las grandes mineras que pueden permitirse invertir en aparatos mas eficientes y adaptar el modelo de empresa a las nuevas condiciones del mercado. LA PROPUESTA DE DESCENTRALIZACIÓN Una posible solución a este problema pudiera ser el aprovechamiento de los excedentes de energía por diferentes motivos, ya sea de energías renovables o no renovables, pues en ambos sectores hay excedentes que se desperdician por el alto precio que pudiera suponer el intentar almacenar esta energía. Como podemos ver en Dirty Coin, el aprovechamiento de energías y la implantación de pequeños Hubs mineros de pequeña entidad según la energía que se disponga, podría solventar dos problemas en uno: el primero el de la descentralización, no solo de empresas, sino también geográfica; por otro lado, las presiones políticas que acusan a BTC de enemigo del planeta, se suavizarían radicalmente. Este argumento caería junto a los demás estigmas empleados como etiqueta fácil en el pasado. Es BTC una moneda para delincuentes, BTC es sucio, BTC es una burbuja... Lo que ha quedado claro con el tiempo es que cada vez mas gente confía en este modelo de valor digital con valor intrínseco, que nos da la posibilidad de portar sin límite nuestro patrimonio transferido a este modelo de "dinero" y sin que nadie pueda impedirlo o incluso sospecharlo.