Me quito el sombrero ante la frase de este mensaje. La pregunta racional que toda persona libre de prejuicios se debe hacer, ahora, para discernir sobre esto, es clara:
¿Anhelo saber la verdad o tener razón?
Una te llevará a vivir felizmente con libertad interior que no tiene precio, como tu peso no existiera.
La otra te llevara a vivir con la obsesión de no contrastar las ideas, con pánico de descubrir que puede haber estado equivocado siempre, vivirá con la esclavitud interior que conlleva la obsesión de convencer a los demás de su tesis, forzado, desgastado, rencoroso, envidioso del hombre libre y feliz.