Toda industria entre ellas la tecnológica se dedican a satisfacer emociones humanas, y esas emociones son llevadas siempre al límite en nuestra sociedad consumista lo que termina convirtiendo en adicto a las personas. Como cualquier otra droga las aplicaciones dan satisfacción, toda una industria provee, y los desarrolladores son el distribuidor que cubre esa necesidad. No es lo correcto pero la sociedad lo pide y solicita a gritos, y alguien siempre estará dispuesto a abastecer.