Terminé El arte de la invisibilidad.
Me deja sensaciones desalentadoras. Refuerza la importancia de tomar la privacidad en serio, pero también me hace pensar que es casi imposible conseguirla por completo.
Existen herramientas que incrementan el nivel de privacidad y es recomendable usarlas, pero cualquier mínimo error puede comprometerlo todo.
Al final, usar estas herramientas solo nos convierte en un objetivo más específico en lugar de uno común.
Mención aparte los registros en línea, necesarios para la vida cotidiana, que requieren datos personales y cuyas bases de datos eventualmente terminarán filtradas.
El atacante no necesita enfocarse en servicios con herramientas de privacidad cuando hay tantos otros, vulnerables, donde está la información más crítica.