El límite de muchas lógicas consiste en que la fuerza en la realidad es un espejismo cuando la vemos solo como comparación o igualdad. La verdadera tensión entre las cosas, incluyendo las presentes, viene dada por una relación con nuestros antepasados, y quizás es más fuerte cuanto más distantes son esos antepasados. En comparación con esto, las similitudes entre las cosas son solo un reflejo de esta relación, un espejismo.