El algoritmo que ya va sin mí a las bodas los entierros y bautizos que le dice a mi amor cómo amarme que me pega cada mañana en los morros con la carencia de tal baratija de cual viaje a la luna pero tú y yo no somos algoritmo somos una lógica difusa incoherente un manojo de lágrimas una cantidad ingente de deseo y de luz.